El cuidado de un recurso compartido

Compartimos el agua con las comunidades en las que operamos y, especialmente en las zonas de gran estrés hídrico, tenemos que asegurarnos de que nuestras actividades no afecten a la capacidad de nuestros vecinos para acceder a agua limpia. Centramos nuestras inversiones en el tratamiento de efluentes y el reciclaje de agua en torno a varios factores, entre ellos los niveles de estrés hídrico. Durante 2021 no ha habido ningún cambio significativo en el porcentaje de nuestras aguas de proceso vertidas como efluentes, que se mantiene en el 67%.

Los requisitos de vertido a nivel nacional o comunitario evolucionan constantemente y, obviamente, tenemos que mantenernos al tanto de los cambios reales y potenciales, especialmente porque los cambios a veces pueden desencadenar la necesidad de mejorar las plantas de tratamiento de efluentes, lo que lleva tiempo planificar e implementar. Para ello, utilizamos un registro global de cambios legislativos que abarca todos los países en los que operamos y que también garantiza que disponemos de los permisos operativos correctos para cada uno de nuestros emplazamientos, y que se notifica cualquier incidente.

Dado que la carga de productos químicos que entra en una planta de tratamiento de efluentes (ETP) varía en función de los procesos anteriores, es esencial el control continuo de los parámetros clave para garantizar que la planta cumple los requisitos en todo momento. Todas nuestras instalaciones principales cuentan con sistemas de control automático que miden constantemente cinco criterios clave: temperatura, pH, demanda biológica de oxígeno, demanda química de oxígeno y sólidos totales en suspensión. Estas mediciones se realizan en el punto de descarga final y se efectúan cada 30 segundos. Estos datos se introducen en un panel de control en línea que emite alertas al personal designado si se activan los límites de advertencia de cualquiera de los criterios, lo que permite actuar antes de que se infrinja el límite de vertido. Este sistema de gran capacidad de respuesta ha sido importante para garantizar que se identifiquen y aborden rápidamente las causas de cualquier desequilibrio en los procesos de tratamiento de efluentes. Este sistema nos ha ayudado a garantizar que siempre cumplimos la normativa nacional sobre vertidos.

Para apoyar nuestro esfuerzo por la descarga segura de aguas residuales, invertimos continuamente en nuestras ETP y en la infraestructura relacionada para garantizar que se realicen todas las actualizaciones necesarias. Desde 2015, hemos invertido más de 13 millones de dólares en este tipo de proyectos en todos nuestros centros.

La ISO 14001 es la norma internacional para los sistemas de gestión medioambiental que ayuda a las empresas a mejorar su rendimiento medioambiental. En el último año, otros dos de nuestros sitios han logrado con éxito la certificación ISO 14001, lo que significa que 11 sitios de Coats están ahora asegurando, lo que significa que el 47% de nuestro procesamiento de efluentes se realiza en unidades certificadas. Los sistemas de gestión medioambiental se aplican en todas las plantas de Coats y mantenemos la expectativa de que cumplan los criterios de certificación. Para defender esto, contamos con procedimientos globales en torno a la gestión de permisos y acciones correctivas, así como con funciones y responsabilidades coherentes a nivel global en toda la organización. Nuestros empleados disponen de un amplio programa de formación en línea centrado en los sistemas de gestión medioambiental que tenemos implantados, además de frecuentes sesiones de formación en directo diseñadas para profundizar en diversos temas.

ZDHC (Cero Descarga de Sustancias Químicas Peligrosas)

ZDHC es el principal organismo de la industria textil destinado a reducir el impacto químico de la industria en el medio ambiente. Tras haber sido lanzada por seis marcas líderes, en la actualidad cuenta con 30 marcas signatarias, 50 afiliados de la industria química, 35 afiliados de la industria textil y del calzado (incluido Coats), 30 afiliados proveedores de soluciones y 22 organizaciones asociadas. Por tanto, abarca los insumos químicos, el procesamiento y las pruebas y el tratamiento de los efluentes, todo ello bajo el liderazgo y el compromiso de las principales marcas.

Nos adherimos al programa ZDHC en 2016 y nos comprometimos a alinear nuestros estándares de efluentes con los del programa en 2018. Adoptamos los parámetros convencionales de ZDHC con límites fundacionales como nuestras normas internas de Coats en 2019. Inicialmente, estos límites se aplicaban solo a los efluentes descargados por la fábrica, pero en 2019 se amplió el alcance para incluir los lodos. Los lodos son esencialmente el residuo sólido creado durante el proceso de tratamiento de efluentes, durante el cual algunas sustancias químicas se precipitan fuera del efluente para limpiarlo. Mientras que algunos contaminantes del efluente pueden ser destruidos a través del proceso de tratamiento, en otros casos esto no es posible ya que el producto químico permanece en el efluente o en el lodo. Históricamente, gran parte de la tecnología de tratamiento de efluentes ha tenido como objetivo eliminar las sustancias químicas no deseadas en el efluente, precisamente asegurándose de que acabaran en los lodos. El hecho de centrarse en el análisis de los efluentes y los lodos significa que, en el caso de estas sustancias químicas duraderas, la única opción es evitar que se utilicen en el tratamiento en primer lugar. Apoyamos totalmente este enfoque y estamos trabajando con nuestros principales proveedores de tintes y productos químicos (muchos de los cuales están afiliados a la ZDHC), para averiguar cómo seguir reduciendo la carga química necesaria para procesar con éxito las fibras con las que trabajamos. En función del tipo de lodo generado, tratamos de destinar los lodos biológicos al enriquecimiento del suelo, mientras que los lodos químicos pueden utilizarse como aditivo de productos de construcción.

Nuestro objetivo es que todas nuestras unidades cumplan las normas ZDHC en 2022. Durante 2020, el 74% de nuestros efluentes en los que es posible realizar pruebas cumplían las normas ZDHC y esto aumentó al 82% en 2021. Confiamos en poder avanzar hasta el 100% en 2022.

Auditoría medioambiental de proveedores

Como parte de nuestro objetivo de reducir progresivamente el uso de productos químicos en el procesamiento, y para garantizar que nuestros productos sean seguros en su uso, durante los últimos 17 años Coats ha estado desarrollando y mejorando continuamente su Lista de Sustancias Restringidas de Coats (CRSL). Se trata de una lista muy completa que cumple con los requisitos más estrictos de cualquiera de nuestros clientes a nivel mundial. Trabajamos con nuestros más de 4500 proveedores de materias primas, tintes, productos químicos y envases cada año para garantizar que nuestros insumos cumplen con nuestra CRSL para asegurar que los productos químicos peligrosos se reducen o se eliminan de nuestra cadena de suministro.

Además, nos centramos en el comportamiento medioambiental de nuestra cadena de suministro ascendente, una de las cuatro áreas temáticas contempladas en nuestro Código de Proveedores que nuestros proveedores se comprometen a cumplir y que auditamos cuando percibimos un riesgo. Como se detalla en la página 32 del Informe de Sostenibilidad, ya hemos realizado más de 300 auditorías de terceros desde que se inició este programa.

Una historia de éxito en la gestión de efluentes

Durante el primer semestre del año, se descubrió que una de las principales instalaciones de Coats presentaba una contaminación por plomo en las aguas residuales brutas y en los lodos que superaba los límites permitidos de ZDHC. A raíz de ello, se tomaron medidas rápidas para garantizar el cumplimiento antes de realizar las pruebas en el siguiente semestre. Se puso en marcha un equipo de proyecto especializado y, mediante pruebas exhaustivas de 384 tintes, productos químicos y aguas residuales, utilizando un enfoque de equilibrio de masas, se identificaron los coagulantes utilizados en el tratamiento de efluentes como la causa principal de la contaminación por plomo. Las pruebas revelaron la presencia de plomo en 124 tintes y productos químicos. Nuestra acción correctiva para resolver este problema consistió en introducir productos químicos de calidad alimentaria en nuestro proceso, y desde entonces el centro se somete a pruebas periódicas y se encuentra siempre dentro de los límites.

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